Cuidar a un perro, es una tarea que requiere mucho tiempo y dedicación, aún más cuando se intenta educarlo y entrenarlo adecuadamente durante su crecimiento. Existen muchos métodos, para lograr educar a un perro, pero nunca, por ningún motivo, recurras al castigo físico, para conseguir dicho objetivo.
El castigo físico ocasiona un condicionamiento en tu amigo canino, en el cual, no habrá una relación de respeto hacia ti como dueño, sino, temor infundido. Hay muchos efectos negativos del castigo físico en tu mascota, los cuales pueden lograr que la calidad de vida de este disminuya. Te comentamos las razones por las que en definitiva, no debes recurrir al castigo físico con tu mascota.
Se puede adaptar al castigo
Los perros crean hábitos, si se les agrede por cualquier motivo en repetidas ocasiones, este se irá habituando, hasta no tener ningún tipo de reacción cuando repitas el mismo castigo. Lo que te puede llevar a incrementar la intensidad del castigo físico, cuando esto ocurre, simplemente estarás entrando en un peligroso circulo vicioso de violencia contra tu perro.
Puede generar agresividad
Si recurriste al castigo físico en reiteradas ocasiones, hasta que tu perro reaccionó de manera agresiva, es posible que hayas activado ese instinto agresivo del animal, recuerda que los perros no son peligrosos, muchas veces, un mal dueño es la principal amenaza.
Cuando activas ese instinto agresivo con tus maltratos, puede ser muy peligroso, sobre todo si hay niños en la casa, pues el perro no sabrá diferenciar entre una caricia o una agresión, cuando una persona se le acerque.
Consecuencias emocionales
Algunos perros pueden presentar consecuencias emocionales, como respuesta al constante castigo físico, estrés, ansiedad y otros síntomas, pueden ser muy frecuentes. El castigo físico, solo provoca inestabilidad emocional en un perro, que nunca volverá a ser feliz del todo, pues siempre estará a la defensiva.
Puedes crear traumas
Cuando recurres al castigo físico de forma consecutiva, el perro no sabrá diferenciar entre la intención de una caricia y la intención de un castigo físico, lo que puede causar cierto nerviosismo. En este tipo de situaciones, el perro podría desarrollar traumas, que se verán reflejados en problemas como la micción (tu perro se orina cuando te acercas).
¿Qué métodos usar para una buena educación libre de castigo físico?
Hay muchos métodos para entrenar a un perro sin recurrir a la violencia, parte de ello se basa, principalmente, en la compresión hacia tu mascota. Puedes recurrir a un sistema de recompensas, puedes también usar un tono de voz más firme (sin gritar), sin llegar a gritar, en las cuales él empezará a diferenciar, lo que puede o no hacer.
Recuerda que el castigo físico, nunca será educación, será simple violencia que estarás usando contra tu mascota, quien debería ser tu más importante y valioso amigo.