La práctica totalidad de los propietarios de gatos han visto alguna vez una bola de pelo en mitad de casa. Este problema es muy común y resulta especialmente molesto en aquellos animales con una melena especialmente larga. Pero la gran pregunta es esta: ¿sabemos realmente qué son estas bolas y cuáles son las causas que las producen? ¿Cómo podemos ayudar a reducir su número? ¿Por qué es más frecuente en algunos animales y menos en otros? Esta semana, desde Piensos Plus –especialistas en la alimentación y cuidado de mascotas- os proponemos una rápida guía sobre este fenómeno.
Conocido científicamente como bezoar o tricobezoar, las bolas de pelo se forman a causa del aseo o acicalado que los felinos realizan con su áspera lengua. La superficie de ésta hace las funciones de peine para ellos, arrastrando el pelo superficial, que se adhiere a ella, y que a menudo acaba siendo tragado por ellos.
Una parte de este pelo no logrará pasar al intestino y por extensión a la caja de arena. En lugar de eso, el pelo se queda en el estómago, dando lugar al comienzo de la ‘bola de pelo’. Con el tiempo, esta fracción de pelo se acumula en su estómago, hasta que el animal siente la necesidad de sacar de su cuerpo la molesta carga. Dado que no puede excretarla de forma tradicional, el vómito es único camino posible. Durante este proceso, el gato tiene que sacar la bola de pelo a través de su esófago, lo que suele producir ruidos de asfixia, nauseas, etc. El resultado, cómo no, suele ser una bola de pelo en nuestros muebles o suelo.En principio, este proceso es normal y no debe alargarse demasiado en el tiempo, por lo que lo mejor es no asustarse y dejar al animal tranquilo para que logre deshacerse de la bola de pelo de forma natural.
Algunos elementos que pueden contribuir a que este fenómeno se produzca con mayor frecuencia son –como indicábamos al comienzo- la raza del animal: los gatos con pelo más abundante o largo tienen más propensión a este fenómeno. Por otra parte y con independencia del tipo de pelo, también existen animales especialmente limpios o presumidos que se acicalan de forma compulsiva, en ellos las bolas de pelo también aparecen constantemente. Para evitarlo, el cepillado puede ayudar, pero no remediar definitivamente el problema.
Además, es interesante saber que si el animal ingiere pequeños objetos que encuentra por el suelo: trocitos de envases, precintos, plásticos pequeños, etc. la probabilidad de que aparezca una bola de pelo en nuestro suelo aumenta considerablemente.
Es importante también vigilar la dieta y realizar cambios de vez en cuando. Asimismo, otro gran consejo es ofrecer a nuestro animal suplementos o alimentos que contengan omega 3, aceite de coto y otras aceites naturales que les ayuden a mejorar el tránsito y la salud de su piel y pelaje.
Problemas más graves
Es importante saber que incluso las bolas de pelo que logran acceder al intestino pueden generar obstrucciones. Si esto se produce, la salud del animal puede estar en riesgo. Los síntomas tienen que ver con el estreñimiento, la anorexia –el animal deja de comer-, así como la diarrea en algunos casos. Si estos síntomas aparecen, debemos ponernos en contacto con nuestro veterinario. En ocasiones, la intervención quirúrgica es la única manera de aliviar este problema, que por otra parte no es muy frecuente.
Además, es importante que si el ahogamiento producido por la acción de regurgitar la bola de pelo se torna excesivamente largo y angustioso, acudamos también a la consulta veterinaria más cercana.