En esta nueva entrada del blog de Piensos Plus, tu tienda de alimentación animal especializada en la venta online de piensos y comida para perros y gatos, queremos profundizar sobre las causas de los trastornos digestivos caninos.
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Como explicamos la semana pasada, un perro tarda entre siete y diez horas en completar el proceso de la digestión (desde la ingesta del alimento hasta su defecación final). En determinadas ocasiones, a lo largo de este proceso suceden ciertos problemas que pueden desembocar en trastornos digestivos.
Las causas de los trastornos digestivos caninos son diversas: desde cambios bruscos en la dieta o comer en exceso, hasta la ingesta de basura, ciertas toxinas, padecer alergias a los alimentos o sufrir una infección (bacteriana o viral).
Nuestro perro también puede presentar problemas digestivos si sufre una enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer, ha injerido cuerpos extraños, padece enfermedades metabólicas, presenta insuficiencia en algún órgano (como el riñón o el hígado), enfermedad pancreática o parásitos.
Todas estas causas pueden estancar los procesos digestivos, provocando estreñimiento, mientras que también puede darse el caso contrario: que los alimentos circulen demasiado rápido por el tracto digestivo, lo que dificulta la correcta absorción de nutrientes y da lugar a un gran volumen de heces sueltas (diarrea). Tu mascota también puede desarrollar irritación o espasmos en el estómago, lo que causa vómitos.
Cuándo acudir al veterinario
Si tu mascota sufre algún trastorno digestivo, es fundamental ponerte en contacto con un veterinario para que evalúe la situación y, si es necesario, examine al animal.
Cuando el vómito y (o) la diarrea es poco frecuente y de corta duración y no se acompaña de signos más graves, lo esencial no es tanto buscar la causa u origen del problema, como aliviar la situación.
Muchos veterinarios recomiendan un ayuno de entre 12 y 24 horas, para descansar el irritado tracto digestivo, seguido de pequeñas cantidades de dieta blanda y fácil de digerir, como el arroz mezclado con pollo. Si pasado un día los síntomas desaparecen, entonces no es necesario visitar al veterinario, pero si continúan es recomendable el diagnóstico y tratamiento por parte de un especialista.
Tratamiento y pruebas para un diagnóstico certero
Un malestar digestivo puntual puede convertirse en un problema persistente. Los casos de vómitos y diarrea severa o frecuente que se prolongan más de uno o dos días pueden dejar a un perro deshidratado y desnutrido. En estas situaciones, la atención veterinaria de apoyo puede incluir líquidos intravenosos junto con medicamentos que inhiben el vómito, cortan la diarrea, eliminan las bacterias y protegen el tracto digestivo de una inflamación mayor.
Pero si estos problemas digestivos se convierten en crónicos, es recomendable realizar pruebas de diagnóstico para averiguar qué es lo que los está causando. Lo cierto es que los vómitos y la diarrea pueden ser síntomas de una amplia gama de trastornos. La presencia de esfuerzo o molestia abdominal, el color y la consistencia del vómito y (o) la diarrea, así como las pautas alimentarias y hábitos nutricionales del animal, pueden ser relevantes para establecer un diagnóstico certero.
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