Tener un perro de mascota es algo que sin lugar a dudas cambia la vida de cualquier persona, hay quienes llegan a querer a su perro como si se tratase de un hijo, lo consideran un miembro más de su familia y le brindan todo su cariño, sin embargo no todas las mascotas corren con la misma suerte, hay quienes tienen a un perro en casa como simple guardián o complemento de su hogar y no le brindan el cariño adecuado.
Mucho se habla de si los dueños quieren o no a sus mascotas, cómo se sienten al tenerlos cerca, pero poco se pregunta o se indaga acerca de los sentimiento de los perros hacia sus dueños, qué sienten, cómo les afecta el cariño que pueden o no recibir, en general, cómo formar parte de un núcleo familiar les puede cambiar la vida también a ellos y no solo a sus dueños.
Los perros sienten emociones.
Si un perro es capaz de sentir emociones indudablemente es capaz de sentir amor por su dueño, por supuesto este amor se verá reflejado en función al trato que el perro reciba, son muchas las historias de perros que han salvado la vida de niños y adultos ante diversas circunstancias, y esto solo es posible debido a que estos animales sienten afecto por las personas que le demuestran cariño, amor y respeto.
El perro, como los humanos tiene un sistema límbico en su cerebro, lo que esto demuestra una vez más es que estos pueden sentir todo tipo de emociones, ansiedad como cuando no está su dueño en casa, miedo ante una amenaza, alegría ante un momento de juego y diversión, tristeza cuando son reprendidos o rechazados. En general los sentimientos de los perros hacia sus dueños estarán condicionados como el de los humanos, es decir, dependerá del trato que se les brinde, del afecto que se les demuestre, del respeto que se refleje.
Los perros brindan consuelo a sus dueños.
Ante momentos de angustia o tristeza muchas personas han asegurado que sus perros se acercan a ellos como tratando de confortarlos y esto no está alejado de la realidad, los perros así como son capaces de sentir emociones, también pueden percibirlas en las personas, comprenden lo que están atravesando y tratan de brindar consuelo con sus caricias, con su cercanía a ellos.
Incluso estudios han demostrado que los perros pueden llegar a consolar a personas que se encuentran atravesando un momento difícil, aún si no se trata de sus dueños, lo que demuestra que estos animales pueden llegar a sentir mucha más empatía que algunos humanos.
Los perros y la ausencia de sus dueños.
El amor incondicional de un perro puede ser comparado con el enamoramiento humano, debido a que ante la ausencia de su dueño estos pueden sentirse tristes, de seguro muchos habrán escuchado el llanto de sus perros cachorros cuando se sentían solos, y esto no cambia cuando son adultos, solo que lo demuestran de otra forma, en este caso no aúllan o hacen algún ruido, solo se sienten tristes y lo demuestran con su comportamiento más pasivo.
Son muchos los casos de perros que tras la muerte de sus dueños no vuelven a comportarse de la misma forma, suelen ser menos juguetones, esto es una muestra de la fidelidad que un perro puede llegar a desarrollar por sus dueños, por supuesto como se ha mencionado con anterioridad, esto dependerá del trato que el perro reciba, de allí la importancia de que si se posee un perro como mascota se le debe brindar también un amor incondicional.